Espacio

 Espacio: Campos bananeros del litoral Atlántico de Honduras. Era un espacio contaminado e incómodo. 

El autor empieza su relato en el ambiente de una de las oficinas de las compañías, llamando la Central esta era un grupo de oficinas y búngalos diseminados en un amplio espacio de terreno sembrado de grama, laureles y palmeras. Todos los edificios, limpios, higiénicos y hermosos, tenían un aspecto elegante y atractivo que daba impresión de vida, de juventud, de holgura, de placidez y de belleza. Las emparradas, las flores en las escalinatas, las persianas de colores, los pisos encerados Y relucientes, todo en estas casas demostraba buen gusto, lujo y comodidad. Allí estaban las oficinas centrales de las plantaciones de banano que la Compañía Frutera usufructuaba en el extenso, soleado y fértil valle del Aguan, y, también, las cómodas habitaciones de los jefes gringos y altos empleados nacionales. La dolora propiedad de Luncho López la cual quería ser comprada por el terrateniente mister. Siempre hay alguna injusticia de parte de la Compañía que provoca la indignación de los campeños. Aunque no todos tienen la misma conciencia de su situación, hay quienes se han acostumbrado a la opresión, la ven como lo más normal del mundo, y no protestan. Pero el grupo de Máximo Luján va adquiriendo cada vez más conciencia social. En contra de los que proponen la violencia ciega como respuesta a la opresión como el viejo Lucio Pardo Luján propone que la victoria de la clase obrera reside en su capacidad de organización, y que hasta que no hayan creado su propio partido político y derribado a la dictadura no podrá haber un cambio en las condiciones de vida de los campeños.



No hay comentarios:

Publicar un comentario